Jessica en el paro y sin ningún ingreso, fue desahuciada hace cuatro meses y estuvo viviendo 15 días en un parque con sus dos hijos de 5 y 7 años. Ocupó una vivienda y fue denunciada por un vecino. Se inició el proceso de desalojo y estuvo a punto de llevarse a cabo, pero, se paralizó en diciembre porque nadie ha acreditado la propiedad.
Actualmente trabaja de limpiadora y gana apenas 350 euros mensuales. El 14 de enero le comunicaron que, por fin se había acreditado quien era el propietario del inmueble, una especuladora que había adquirido todo el edificio en una subasta. Además, el juzgado le señalaba que debido a los indicios encontrados debía desalojar el piso de forma inmediata aunque todavía no hubiese fecha para el juicio ni exista una sentencia. Para llevar esto a cabo el juzgado daba orden a la policía para que, de no abandonar Jessica y sus hijos la vivienda voluntariamente, les desaloje forzosamente.
Los hijos de Jessica ya han vivido de forma traumática un primer desahucio y ahora se enfrentan de nuevo a la misma pesadilla. Están escolarizados y tratan de recuperar su normalidad. De nuevo, con una justicia que se la coge con papel de fumar si son infantas o cargos muy bien retribuidos, actúa de forma brutal con los que están desposeídos de casi todo. Tratados como basura no saben ni en qué día ni a qué hora aparecerá la policía para echarles a la calle y devolver los pisos a una propiedad, ARRENDAMIENTOS COTANES SL, que en el propio edificio sólo se está dedicando a poner planchas de metal en las puertas.
Ni las Administraciones ni la Justicia tienen una solución para Jessica y las cientos de miles de Jessicas que, pese a tanto anuncio triunfalista, para ellos no existe ninguna recuperación.
Os iremos informando de las acciones que convoquemos para evitar este desahucio criminal
¡¡SI SE PUEDE!!
