Tras más de dos meses de reiterados intentos para acceder a una entrevista, la red de Invisibles de las asambleas 15M de Tetuán, Hortaleza, Villaverde y Coslada, que llevamos varios años en contacto con la realidad social más dura de nuestros barrios, nos vemos obligados a denunciar públicamente la negativa a mantener una cita por parte de Marta Higueras, concejal responsable del Área de Equidad, Derechos Sociales y Empleo del Ayuntamiento de Madrid. El motivo de la entrevista era presentar un documento que exigía unos presupuestos para 2016 más participativos y que priorizaran las emergencias sociales, para lo que se hacían propuestas concretas de actuación. A diferencia del Área de Hacienda, cuyo responsable nos recibió de forma inmediata y con el que hemos quedado en mantener la relación, la actitud del Área de Equidad no nos parece coherente con el programa electoral de Ahora Madrid, que prometía “fomentar la participación de las personas en situación de vulnerabilidad en el diseño y planificación de las políticas sociales” (art. 3.2.4.a del Programa Político de Ahora Madrid).
La misiva de respuesta, firmada por Ramón Palomino, director del gabinete de la delegada del Área de Equidad, contraviene el programa electoral de Ahora Madrid y la declaración de Manuela Carmena, en su discurso de investidura de alcaldesa de Madrid: “Me gustaría insistir y recordar que tenemos que gobernar escuchando, que nos llamen por nuestro nombre de pila, que nos tuteen, que sepan que somos para ellos, para mejorar Madrid, en la línea que ellos nos digan, porque somos sus servidores…”. Negarse a recibir a vecinas y vecinos organizados en la lucha contra la injusticia social es lo que hemos sufrido en tantos años de Ayuntamiento del PP. Ahora tenemos más de lo mismo en el Área de Equidad.
En su escrito consideran que los únicos capacitados para opinar sobre el Sistema de Servicios Sociales son los trabajadores y trabajadoras sociales, despreciando la sensibilidad de los usuarios y usuarias y de tantos colectivos que luchan desde abajo contra la exclusión social. Desde su punto de vista, lo que es más preocupante, establecen que el principal problema es que los trabajadores y trabajadoras sociales “prestan su servicio no siempre en las debidas condiciones de libertad y tranquilidad por causas que le son ajenas”. ¿A qué se refieren?, ¿están en línea con el libelo que publicó la sección sindical de CCOO en el Ayuntamiento de Madrid? Ya le respondimos. ¿La libertad y tranquilidad de los/las trabajadores/as sociales se quiebra porque las personas que acuden a los centros van acompañadas de vecinos y vecinas solidarias? Si lo hacemos así y si aconsejamos que cualquier persona que acuda a un centro de servicios sociales lo haga acompañada no es para “asustar” con la fuerza del número, porque somos gente de paz y sólo consideramos como enemigas a las élites económicas y políticas que nos expolian, no a las y los trabajadores municipales. Lo hacemos porque, para superar los obstáculos burocráticos, la dificultad de una compleja maraña legal y una grave situación de desinformación, hemos comprobado que necesitamos ejercer nuestra inteligencia colectiva, compartir nuestras experiencias y saberes, incluso darnos apoyo moral en situaciones muchas veces desesperantes.
Lo hacemos porque descubrimos que es la única manera como algunas personas que llevaban años reclamando sin respuesta su derecho a un soporte social han empezado a conseguir algo; porque haciéndolo así hemos podido mostrar en el transcurso de las citas que determinadas excusas dadas para no atender las necesidades urgentes de una persona no correspondían ni a las propias leyes vigentes; porque en ciertas situaciones de carencia material extrema es muy difícil conservar la calma; porque hemos necesitado de la memoria colectiva para recordar a la persona que nos atendía lo que ella o él mismo había dicho u ofrecido en la reunión y ahora parecía haber olvidado…
Mantenemos nuestra plena solidaridad con los derechos de las y los trabajadores municipales, sin excepciones. A lo que nos enfrentamos es a un sistema que causa pobreza y sufrimiento y a un modelo de servicios sociales autoritario que no nos reconoce como personas con derechos y con voz sobre todo lo que nos afecta. Hemos dialogado y colaborado con foros de trabajo social y en nuestras reuniones han participado trabajadoras y trabajadores sociales que nos han aportado información muy valiosa. Hemos tenido roces y choques, sí, nunca con violencia, siempre con un sentido de justicia. Ahora mismo se deberían estar creando las condiciones para poner en marcha un cambio de modelo. En eso deberíamos poner todos nuestros esfuerzos, los nuestros y los del gobierno municipal. El rechazo de una cita, el no querer escucharnos, muestra la voluntad del Área de Equidad de cerrar la posibilidad de avanzar en esa dirección.